Lejos del
pomposo escenario de Hollywood y con un perfil bajísimo, Keira Knightley dio el
sí. La bella actriz británica se caso con el músico James Righton en una
pequeña localidad francesa y con solo 11 invitados entre los que se encontraban
Sienna Miller y Alexa Chung.
Lo que más llamo
la atención fue la novia, quien lució un vestido reciclado. Sí, la actriz
multimillonaria decidió dejar de lado la parafernalia de las majestuosas bodas
y apostó por un vestido de Rodarte que ya había lucido en la fiesta BAFTA del
2008.
El modelo, escote strapless y con falda de tules, fue acompañado junto a unas
delicadas ballerinas y chaqueta tweet diseñadas exclusivamente por Karl
Lagerfeld. ¿El plus más descontracturado? las gafas de sol.
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